Blogia
Gato Pícaro

El Amasijo

El Amasijo (a Licha)

Amasaba aquella sustancia con ambas manos. Me era muy difícil darle la consistencia requerida así como fue difícil fabricarla. Mis movimientos creaban cansancio pero seguían ejecutándose como una máquina.

Sorpresivamente, entraste tú en aquella habitación, te paraste a mi lado y miraste a tu alrededor con incredulidad hasta que tus ojos se posaron en mi obra maestra.

—¡Mira nada más como tienes este cuchitril!— dijiste en voz alta —¿Qué voy a hacer contigo? A ver, hazte a un lado, inútil—

Y sin decir más, me empujaste de la mesa donde hacía mi monótono y programado trabajo; te pusiste tu delantal lleno de sangre seca y tiraste mi amasijo en la basura. Tomaste un poco de esto y aquello y comenzaste a revolverlo para darle forma.

En un dos por tres la nueva masa estaba lista. Agarraste mi cabeza y le abriste la tapa. —Cuidadito y vuelves a perder tu cerebro— amenazabas molesta al tiempo que lo colocabas en su lugar. Sellaste mi cráneo y salí contento de esta enésima ocasión.

Gato Pícaro 27/08/2004 13:00
© DERECHOS RESERVADOS

2 comentarios

Eric Leunam -

El enlace ya lo has hecho, no hay problema con ello... Con Puedes colgarte hasta tres poemas (el nùmero me gusta) preferiria que fuera o fuernan del post "El sol es una herida" ahí hay acción recopilatoria. Ademàs es material muy reciente...

"La luna es el anuncio luminoso de un motel barato"...

Eric Leunam

Karla -

Bastante bueno el cuentecito.
Quién imaginaría lo que sucede al final