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Gato Pícaro

Zapatos

Zapatos Nunca pensé que los zapatos hablaran demasiado.

En estos instantes que estoy en el suelo (literalmente), observo como todos se mueven, golpean el suelo, cambian de lugar, un pie arriba y otro abajo. Todos están en movimiento.
Mas, observo las caras, dueñas de los zapatos y son inmutables; cara largas, despistadas, soñolientas. Algún comentario se escapa por allí, pero no trasciende el lenguaje.

Entonces, prefiero volver a ver los zapatos más coloridos y diferentes. Aquí hay un par de tenis azules; allá un par de zapatillas abiertas negras; acá unos zapatos cafés, tipo choclo; hasta el fondo unos zapatos de tacón rojo.

Largos, cortos, cerrados, semiabiertos, abiertos; con agujetas, con cierres; de piel, tela, plástico; acompañados de calcetines o medias.

Y éstos, junto con los pies, hablan del aburrimiento y las ansias, nos llevan a donde quieren y, siempre son los más prestos a levantarse o, sólo son los primeros que te ponen de pie.

Renné Montagno © DERECHOS RESERVADOS

Imágen tomada de Facultad de Arquitectura. Universidad de la República Uruguay

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